David de la Rosa: “Es fundamental una ley que garantice un aire limpio”
El nuevo presidente de la SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica) considera fundamental contar con una legislación que obligue a las empresas a evitar contaminar y que establezca medidas para reducir todo lo posible la contaminación y garantice un aire limpio. “Podría ser una ley del aire limpio”, explica el Dr. David de la Rosa que desgrana en esta entrevista los retos que asume en esta nueva etapa al frente de esta sociedad científica.
¿Qué retos asume con la presidencia de SEPAR?
Darle mayor visibilidad a la importancia de las enfermedades respiratorias es uno de nuestros mayores retos. Hemos apostado por un cambio en nuestra estrategia de comunicación y queremos potenciar nuestra visibilidad mediante alianzas. Nuestra intención es avanzar en alianzas estratégicas, por ejemplo, con medios de comunicación.
Por otro lado, queremos impulsar acciones en redes sociales porque creemos que son otro altavoz muy importante. Tenemos que estar presentes. Tenemos que servirnos de ellas para lanzar nuestros mensajes, sin llegar a ser pesados, pero sí ser lo suficientemente repetitivos para que calen.
Las alianzas también deben impulsarse con las asociaciones de pacientes. Al final ellos son quienes padecen las consecuencias de las enfermedades respiratorias, pero, al mismo tiempo, pueden ser nuestros aliados a la hora de darles esa relevancia o esa visibilidad. En otros ámbitos, como la Atención Primaria, está la figura del paciente experto que enseña a otros pacientes como prevenir o tratar una determinada enfermedad. Creemos que algo similar nos puede ayudar a nosotros.
Acabamos de celebrar unas elecciones: ¿qué considera que es prioritario dentro de la política sanitaria española desde el punto de vista de la neumología?
Lo que necesitamos de nuestros políticos es que nos tengan presentes, a los neumólogos, pero, sobre todo, a las enfermedades respiratorias. Tenemos que hacerles ver la relevancia y el impacto que tienen y lo importante que es invertir en su prevención y en su tratamiento. Pero también a la propia sociedad. Es importante concienciar a los ciudadanos de cómo prevenir las enfermedades respiratorias, inculcarles hábitos de vida saludables.
Por otro lado, tenemos que incidir, de cara a las autoridades sanitarias, en el impacto económico y social que tienen estas enfermedades. Es fundamental que los políticos sean conscientes de eso porque son quienes nos facilitan los recursos.
Precisamente, cada vez hay una mayor evidencia de la relación de estas patologías con el cambio climático, pero ¿cree que es necesaria una labor de sensibilización tanto en la sociedad como en la esfera política? ¿Qué iniciativas legislativas cree que deben adoptarse?
Podríamos hablar de una “ley del aire limpio”. Al final los neumólogos y todos los especialistas implicados en el cuidado de la salud respiratoria somos los más interesados en que la calidad del aire que respiramos sea óptima, evitando el aire muy caliente o contaminado. Creo que sí es necesaria una ley en este sentido. No obstante, lo primero que tenemos que hacer es hacerle ver a las autoridades sanitarias la importancia que tiene esto con evidencia científica.
Dicha evidencia científica tendríamos que crearla nosotros también como sociedad científica. Una sociedad científica tiene que procurar que la atención al paciente sea la mejor, y para eso tiene varias herramientas entre las que se encuentra la científica. Tenemos que tratar de demostrar en nuestro entorno la repercusión que tiene, por ejemplo, el aire contaminado en una mayor frecuencia de aparición de neumonía; o en la agudización de la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica). Con estos datos en la mano y las alianzas que te comentaba antes, podemos ir a las autoridades sanitarias y decirles: “Señores, es fundamental que tengamos una legislación que obligue a las empresas a evitar contaminar y que establezca medidas para reducir todo lo posible la contaminación o dar recomendaciones a la población en relación con la calidad del aire en tiempo real”.
Pero en esto no podemos ir solos. Está claro que el pulmón es el órgano más afectado, pero a los pacientes de enfermedades respiratorias no solo los vemos nosotros. Además, la repercusión de la contaminación no es solo a nivel del pulmón, también puede afectar al sistema cardiovascular. La colaboración multidisciplinar y con otras sociedades científicas es vital.
¿Es necesaria una formación complementaria del neumólogo y otros especialistas en este ámbito?
Creo que los neumólogos aún tenemos que aprender. A lo que se agarran aquellos que ponen en duda las consecuencias del cambio climático sobre la salud respiratoria es que no existe, por ahora, una evidencia científica muy robusta. Personalmente, como médico, estoy convencido de que el cambio climático tiene unas repercusiones nocivas para la salud de la población. Pero, es cierto, que no se ha investigado mucho sobre ello o las investigaciones que hay no son de suficiente peso.
Ya costó en su día demostrar que el tabaco era malo para la salud. Había muchos intereses encontrados y la industria tabacalera hizo mucho lobby para evitar que eso saliera a la luz. Algo parecido nos podemos encontrar con este asunto del cambio climático. Luchar contra la contaminación y el calentamiento global seguramente afecte a sectores económicos que, tal vez, no estén todo lo interesados que deberían.
Obviamente, estamos hablando de un cambio importante que trasciende a lo que dura una presidencia de una sociedad científica. Es un objetivo a medio o largo plazo.
Continuando con la formación, las competencias transversales están ganando cada vez más peso en la actualización de los médicos. ¿Cómo cree que debería evolucionar la formación en neumología?
En cuanto al tema de la formación y la docencia me gustaría destacar que debe ser multidisciplinar. SEPAR trasciende la neumología. Históricamente era una sociedad de neumólogos, posteriormente se sumaron los cirujanos torácicos, y hoy en día, hay muchos socios de SEPAR que son de otras profesiones sanitarias como pueden ser enfermería y fisioterapia respiratoria.
En nuestro día a día, cuando atendemos a los pacientes, no estamos solo los neumólogos. Trabajamos en colaboración. Creo que, igual que en el día a día estamos “obligados” a entendernos y a colaborar, tenemos que aplicar esto a la formación continuada. De hecho, los másteres que ha hecho SEPAR en estos últimos años van en la línea de colaboración multidisciplinar y transversal.
En el 56º Congreso de SEPAR avanzó que trabajaría por explotar la inteligencia artificial: ¿qué utilidad tiene esta herramienta para un neumólogo?
Es evidente que existe un miedo a que “nos quite puestos de trabajo”. Probablemente perdamos puestos de trabajo de alguna forma, pero también los ganaremos puesto que a esa inteligencia artificial hay que programarla, prepararla, etc.
Creo que esta tecnología nos va a ayudar muchísimo, sobre todo, en aquellas enfermedades crónicas en las que nos es difícil hacer estudios a largo plazo. Por ejemplo, hacer un estudio a 20 años es muy complicado, pero, por medio de big data, probablemente podremos sacar conclusiones analizando grandes bases de datos. Esto nos puede ayudar a sacar conclusiones que puedan ser aplicadas en la práctica clínica diaria.
Esto no nos tiene que dar miedo, todo lo contrario. La intención de una sociedad científica como SEPAR tiene que ser la de intentar incluir este tipo de estudios utilizando inteligencia artificial, big data y machine learning en las investigaciones científicas que se hagan en los próximos años. El problema, hoy en día, es que suelen ser muy caras. Habrá que ver cómo podemos conseguir financiación para poder emplearlos.
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